miércoles, mayo 31

Aquí estoy

Hola

Encendiendo motores

Cuando una es neurótica y escribe como si escribir fuera respirar, el blog se convierte en un vicio. También el correo y todo tipo de medio de comunicación escrita. La montaña rusa agrega emoción al asunto.
Estoy como mi hermano cuando se clavó con el Conquer. Le hablaron del despacho para un asunto urgente a mitad de batalla. Ahorita no tengo tiempo para tonterías, dijo, y siguió jugando.
* * *
Calles, tierra, cielo, mar y comida. Ifigenia un ratito.
Tijuana...

martes, mayo 30

La sufridera

Es curioso como nuestros peores momentos los vivimos en soledad, hacia adentro. Alguna vez me preguntaron en una entrevista cuál es mi lado hard. Respondí que consiste en crearme tragedias internas, mientras afuera se enfría la sopa. Un amigo me dijo hace poco que mi manera de locura es detenerme en un detalle, mientras el mundo sigue. Se ve que empieza a conocerme.
Sin amigos, las tragedias internas no se convertirían en textos. Al escribir una se salva de la locura y el dolor, se aferra a los signos, al sentido. Pero sin el rescate del amigo-Supermán (una palabra, una señal de compañía) sería imposible abrir el Word y una terminaría convertida en cuacha en el asfalto.
Esta semana caí dos veces desde edificios altísimos e inexistentes. Y cuando estaba a punto de alcanzar el piso, fui salvada por un mensaje en el cel, por un mail, por un comment. De caricatura.
Ah, la amistad (cara de idiota y risas grabadas de fondo).
Me encanta esta cita de Paz:“Petrarca vive y escribe un interminable debate con él mismo y en sí mismo. Vive hacia adentro y no habla sino con su yo interior. Es el primer poeta moderno; quiero decir, el primero que tiene conciencia de sus contradicciones y el primero que las convierte en substancia de la poesía.”
También ésta:“Al preguntarle la razón de la amistad que lo unía al poeta Étienne de la Boétie, responde Montaigne: porque él era él y porque yo era yo.”
Soy Luisa Lane. Hola.

Espejos ojerosos

Mi hija y su cuñis me regalaron ayer una foto. Más tarde, mi amigo envió una imagen tomada hoy mismo en la madrugada. Veo ojeras por todos lados. Estoy tan cansada.A veces una se cansa, pero no lo quiere aceptar. Después adviertes en otros lo que no deseas ver en ti. Y te cae encima la preocupación. Y empiezas a decirte cosas al decirlas a los que quieres.Hoy me (les) digo: hay que salir al sol.
Quizá esto se relaciona con lo que comentas. El pensamiento griego es fuerte, pesado. El posmodernismo, ligero: no muy interesante. Hoy deseo ser una “chica posmoderna” (así me decía el buen Araiza cuando tenía mi columna de teatro), un ente soso y sin chiste. Cuestión de mortalidad, de supervivencia, de obligada ligereza.
Esta mañana no tengo peso. Es más, estoy a punto de salir volando. Fuaaaaaa, allá va la posmoderna.

viernes, mayo 26

Sono felice, Im happy, Aní smejá

No quiero cantar victoria todavía, pero todo indica que gané la guerra.
Mueran, malditos.
!Yes!
Ayer o antier, cuando estaba en plena guerra, consulté el I Ching. Me salió: El Ejército. Ahí dice que, aun en la victoria, hay pérdidas. Me conformé, pensando que la pérdida era el dinero gastado en veneno y fumigaciones.
Pero resulta que ayer por la mañana, el técnico me pidió que metiera todos los edredones, cojines y ropa de cama en bolsas de plástico y las sacara de la casa. Después de la fumigación, debía llevar esas bolsas a la lavandería.
Cuando el show terminó y fui a buscarlas, no estaban. Me hurtaron mis lindos edredones y sábanas. Di bodo.
La buena noticia es que hoy amanecí escribiendo, sin ácaros a la vista y muy feliz de la vida y muy campante. Ya se las verá el ladrón con ellos en su propia casa. Revenge is a dish best served cold.

miércoles, mayo 24

Ácaros miserables

Los ácaros son los enemigos número uno de la salud mental. Se trata de unos animaluchos invisibles que no pican, pero tampoco te dejan dormir. Lo peor es que, fuera de una servidora, nadie los siente en la casa. Todos duermen tranquilamente mientras veo la tele o bebo ron para olvidarme de ellos.
Mañana van a venir a fumigar por segunda vez en tres días, con todo lo que eso implica (descolgar cuadros, mover libreros, poner camas patas pa arriba). Al carro ya lo fumigué una vez y el perro ha recibido ya dos baños antibichos en la veterinaria.Mientras tanto, el trabajo se acumula. A la Facultad, ni he ido. Mi becario, cuya función consiste en tomar lista y revisar trabajos o exámenes, se la ha pasado dando la clase la semana completita. Ojalá y Dios se lo regrese, porque yo estoy quebrada.
Mi mamá opina que los ácaros los tengo en la cabeza, pero la prueba de que se equivoca es que mi amiga Nelly está en las mismas. Ella asegura que me los traje de su casa y yo le digo que no, que fui yo la que se los llevé a ella. El caso es que ella ha gastado más, porque su casa es grande y, como vive al lado de un río, tiene que fumigar hasta el mismísimo límite de las aguas. Hoy nos hablamos por teléfono para compartir nuestros descubrimientos. Ella ya consultó en Internet y está enterada de todo: el ciclo de reproducción, el tamaño exacto, etcétera. Yo le pasé tips acerca de los mejores lugares para comprar veneno. Mi mamá insiste en que nos estamos sugestionando una a la otra, me recomienda que nos hagamos la ley del hielo hasta tranquilizarnos.
En la mañana estaba a punto de abrir la ventana de mi cuarto, porque ya no soportaba el olor a veneno. Como me la he pasado asegurando que por ahí entraron, mi hijo gritó: ¡No, no abras esa ventana, por tu propia seguridad! Corriendo hasta donde yo estaba, se dispuso a impedírmelo a como diera lugar.
Si mañana no acaban con ellos de una vez por todas, me propongo suicidarme de la manera menos dolorosa.
pd 1: me encontré a Paty L en el msn, no me puedo suicidar antes de ir a visitarla a los cancunes. Di bodo.
pd 2: Pache cumplió años ayer y hoy comimos juntos. Es increíble lo que una disfruta a los hijos cuando viven en su propia casa.

martes, mayo 23

Magia

Hoy fui a ver a una bruja (ahora les dicen esotéricas). Me encantó la brujilda ésa. Se llama Ivonne y está muy viejita y sola. Pero ve cosas. Y es linda.
La Magia...
A veces me pongo a leer el I Ching o el Tarot. Me asombra que mientras más los lees, mejor entiendes. Se te va desarrollando algo así como un sexto sentido. Seguramente lo tenemos todos, pero no le ponemos atención por falta de interés o de tiempo.
Hace unos años me enganché con el asunto de la meditación. No sé qué tanto sea sugestión en ese tipo de prácticas, pero yo empecé a soñar a colores. Y eso es ya ganancia. Enriquece la imaginación.
La esposa de mi ex-marido es una mujer muy especial. Es maestra en meditación budista y tiene un aura muy birllante. Estar cerca de ella te provoca paz.
Tengo una imagen de cuando la conocí:
Se llevaron a Marijose al deportivo y fui por ella en la tarde. Al llegar, mi ex dijo que las niñas estaban con Marcela en la alberca, así que fui para allá. De pronto me detuvo una escena, literalmente: estaba echada de panza en la orilla y les arrojaba agua a la cara. Las niñas (la de ella y la mía) cerraban los ojos y sonreían. Pero había un silencio profundo en las tres. Cuando me vio, se puso de pie y sonrió. Y la tarde se iluminó con esa sonrisa tan pacífica.
Hace como 15 días se quedaron a cenar y ella estuvo hablando del lugar a donde van las almas cuando se marchan de los cuerpos. Por supuesto que yo no creo esas cosas. Me parece algo difícil, la verdad. Pero me asombra cómo lo cuenta y me dan ganas de sacar una grabadora y después escribir un cuento o algo.
Mi amiga Nelly ve muertos y habla con ángeles. Sabe usar el péndulo y es experta en flores de bach. Tampoco eso lo creo tanto que digamos. Pero me encanta que se preocupe por los problemas ajenos y que se la pase consultando gente hasta en los antros. A todo lo encuentra explicaciones raras. Antes se fijaba mucho en los órganos. Si yo le decía: "ando de mal humor", me respondía: "seguramente tienes un problema en el hígado". Es una de esas personas de las que nunca sabes qué va a responer.
La otra es Paty Laurent, nuestra narradora. Qué capacidad de imaginar cosas. Óscar la llama: "Paty, la mágica". A mí siempre me hace bolas con eso de las dimensiones. Pero gracias a ella sé que la segunda y la cuarta son peligrosas. Un día le dije que andaba triste y respondió: "se me hace que es por el sol". "¿Cuál sol?", pregunté. "¿A poco no te has dado cuenta de que hoy el sol está muy extraño?". "Sí", respondí, "ha de ser por eso".
Me gusta la gente mágica.

martes, mayo 16

Humana, terrenal

Encontré una frase en el blog de Lefty que podría servir de cierre de tema inter-blogs (¿o no?). Es de Julio Sueco: " ...la verdad y lo incierto, cobran formas incognitas imposibles de descifrar mas comprendemos que hay un diálogo y ese dialogo cobra su propia forma".
Aterrizaje forzoso: Viajaba por la estratósfera de pensar este asunto del diálogo cuando me di cuenta de que me habían comido los zancudos. En la tienda de la esquina me dijeron hace rato que me ponga ajo en los piquetes. Guácala.

lunes, mayo 15

Ontología de la vida diaria

“Dime algo, y yo te diré algo en relación con ello, para vivir, cada uno viviendo un día más.”
(E.B.)
No me deja dormir esta frase.
A veces lo que se dice no es tan importante como ir tejiendo el decir. Detrás de las palabras otras palabras se dicen. Y detrás de ellas, otras. Impronunciables. Imagino un tejido de palabras. El tejido es tejido. Pero en los espacios de vacío entre los hilos, en los hilos mismos, hay tanto de nosotros, tanto miedo, tanta necesidad, tanto dolor o felicidad que serían imposibles de decir.
Lo importante es no quedarnos callados. Para vivir. Cada uno viviendo un día más. Cada uno metido en su cuerpo, en su existencia. Cada uno tan solo ahí dentro. Y sin embargo hablando. Tejiendo algo en común. Mientras tanto.

Las terribles ventanas

Hoy estuve todo el día en la casa, sola. Fui feliz a pesar de todo. Siempre me hago una imagen del domingo. Me veo como en una película. Desde ayer me veía escribiendo. El sol a través de las persianas, el cafecito, la sensación de que estás disfrutando demasiado. Pero no pude.
Cuando me estaba a punto de deprimir con esas ideas espantosas que se nos meten a la cabeza (¿qué me pasa?, ¿por qué fregados no me puedo sentar frente a la estúpida computadora?, ¿por qué, mínimo, no lavo los platos?, ¿por qué la música como que no me entra?, etcétera) decidí hacer unos lonches, palomitas y me puse a ver una película.
Después de “Galáctica”, que había visto ayer con Marijose (nos pusimos muy tensas, al grado de que llegó un vecino, casualmente a regresar una peli, y casi lo corremos), me decidí por "La Ventana Indiscreta", de Hitchcock. Muy campante me puse a verla por enésima vez.
La mirada, las ventanas, la cámara, los binoculares. Los ojos como ventanas, las ventanas como ojos. Esa frase hermosa de que deberíamos salir y ver a través de las ventanas el interior de nuestra propia casa. El asunto fálico de la mirada cuando se pone la cámara en el regazo. La escultura del hombre con un agujero en el cuerpo. Un agujero que lo traspasa. La angustia de que está todo demasiado abierto. Pura ventana. Angustiante. Cuando Grace Kely baja las persianas, respiro.
Ver esa película es un reto para alguien como yo. Cierro todo en el depa, absolutamente todo, y enciendo el clima. Encerradita me meto al placer de sentirme totalmente expuesta en ese otro depa de la película. Qué horror. Qué paradoja.
El caso es que no pude escribir, pero sobreviví a la espantosa depresión de estar ahí, en la nada, sin poder escribir: me puse masoquista. ¡A disfrutar las ventanas!
Ya sé, qué enredo.

***
PD 1: Como que la música me está entrando de nuevo. Gracias, Hitchcock.
PD 2: Escribe Salvador y me dice que Sloterdijk es un Salvador, un nietzscheano ilustrado. ¿Evangeliza Sloterdijk? ¿Me está evangelizando a mí, que lo leo con tal fascinación? Cáspita, qué cuestionamientos. Mi primer impulso es salir en su defensa y es precisamente eso lo que me hace dudar. Auch. ¿Soy una conversa? Nietzsche abomina a los conversos. Nietzsche, nuestro mesías. Prometo pensarlo y responder desde otro lugar que no sea el de la pasión de los sectarios.
PD 3: También ésta es una ventana.
Ya basta.

sábado, mayo 13

La esperanza


I. No esperar nada


En ocasiones la vida se desdobla. Los sucesos se abren unos en otros y de pronto advertimos su riqueza, su profundidad orgánica. Lo mismo pasa con las manifestaciones artísticas y, sobre todo, con los libros.
Sucede que al estar leyendo "La Pasión Según G. H." (1964), de Clarece Lispector, encontré el punto de arranque de "Lo Anterior" (2004), de Cristina Rivera Garza. Últimamente me ocurre eso: sin ser detective, encuentro detalles que ni siquiera andaba buscando.
En "Experimentos con Uno Mismo" (2003), el pensador Peter Sloterdijk asegura que fue en el Siglo 20 cuando el humano, por decirlo de alguna manera, se convirtió en adulto. Liberado de la autoridad divina, no sólo se hizo cargo de sus decisiones y su destino, sino que empezó a experimentar con su vida. El texto de Lispector es prueba de ello.
Para empezar, se trata de una novela sin anécdota. En el primer capítulo, una mujer entra al cuarto de servicio, dispuesta a limpiarlo, y se topa con una cucaracha. Fin de la historia. Sin embargo, es ahí donde comienza la aventura: un singular encuentro de la mujer con su existencia.
Influida por "La Metamorfosis" ("La Transformación") de Kafka, escrita entre 1913 y 1919, y por el pensamiento de Jean Paul Sartre, Lispector lucha con el lenguaje en su intento de decir la experiencia de existir.
Para lograrlo, considera necesario quitarse de encima la construcción cultural, avanzar a través de las capas de la cucaracha (la historia, las creencias...) hasta llegar a la materia blanca, lechosa, del interior. Al comérsela, G. H. comulga con su sustancia ancestral. El "regreso" de la vida sucede al derrumbarse toda una civilización de ideas. Entonces G. H. accede a la experiencia de "ser", a secas.
En "Lo anterior", Rivera Garza se aventura un poco más. Para ir más hondo, elige un solo tema: el amor. En su historia tampoco se cuenta una historia, sino que se derrumba la historia de amor que hemos heredado de las cortes provenzales del Siglo 12.
En este caso no hay cortejo ni conquista, sólo dos seres a secas, encontrándose. Y cuando logran quitarse de encima todas las ideas sobre el amor, sucede el génesis: empiezan a nombrar el mundo.
"Qué lindo todo eso", me dijo un amigo en su momento, cuando discutíamos la propuesta de Rivera Garza y ninguno de los dos sabía del antecedente de Lispector, "pero a mí me sigue gustando lo que queda del amor cortés: enfrentarnos en esa lucha vida-muerte, conquistar, tomar posesión".
Por mi parte, lo que me hace dudar es el asunto de la esperanza. Para existir a secas es necesario olvidarnos de la trascendencia y sus anhelos, dice Lispector y de alguna manera lo reafirma Rivera Garza.
¿Y dónde queda el deseo, esa enorme fuerza que nos arrastra a actuar, a crear?, ¿cómo puede una meterse a la tarea de construir el mundo sin echar mano de la esperanza?

II. Esperar lo máximo

Como buen nietzscheano, Sloterdijk le apuesta a la esperanza. Para él, es imposible deshacernos de las ideas de toda una civilización. La modernidad es como una escalera eléctrica de la que nadie puede bajarse, aun sabiendo que nos dirigimos a la destrucción.
Los humanos del Siglo 21, dice, vivimos en una constante postergación de la catástrofe. Hay una especie de "mientras tanto" en el espacio que se abre entre el ahora y el fin de todo. Y nos aferramos a ese trozo de esperanza.
Alguna vez comenté aquí una anécdota que me encanta. "Dicen que se va a acabar el mundo", comentó una conocida a su esposo, quien es músico. "¿Tú crees que alcance a sacar mi disco?", respondió él, fingiendo preocupación. He ahí nuestra filosofía de vida; nada despreciable, por cierto.
El jueves 4 de mayo se presentó en el Museo Metropolitano "El Efecto" (Conarte, 2006), segundo libro de poemas de Gabriela Cantú Westendarp, becaria del Centro de Escritores.
Desde mi lugar al fondo del salón, advertí que en la mesa participaban tres representantes de una generación de escritores que está en sus inicios. Además de Gaby, estaban Óscar David López, poeta y narrador, y Pablo García, ensayista y ex editor de Armas y Letras.
Observé entre el público la presencia de Minerva y José Javier Villarreal. A su lado, Silvia Mijares y Miguel Covarrubias, actual coordinador del Centro de Escritores, atestiguaban también el evento. Tres generaciones se unieron esa noche en torno a la aparición de un libro.
Recordé las palabras de una amiga psicoanalista, quien fue alumna del maestro Covarrubias en la prepa: "Me sorprendía la fuerza de su deseo: ¿cómo podía sostenerse escribiendo, publicando revistas, editando libros, en medio de la soledad, de las condiciones adversas?".
Pensé, también, en la seriedad y el compromiso con la literatura de los tres participantes de la mesa. ¿Por qué se empeñan tanto en este arranque de sus carreras?, ¿cómo fue que eligieron un oficio tan ingrato?, ¿de dónde sacan la firmeza, aun sabiendo que no hay garantías de nada?
Sloterdijk tiene razón, es necesario aferrarse al "mientras tanto". Acaso el anhelo de sacar lo mejor de uno mismo sea la mejor manera de experimentar la existencia, aun con la civilización a cuestas.
Publicado en la columna Literespacio del periódico El Norte. Monterrey, México.

jueves, mayo 11

Incomprensión infantil

--Tomaste demasiado –dice la pequeña Marijose apenas nos subimos al carro, después de la comida del día de las madres.
Me quedo en silencio.
--Ora sí se pasaron –-agrega--, todos estaban borrachos.
Sigo manejando.
--En ninguna casa pasan estas cosas --murmura, después de 3 semáforos.
Hago caso omiso de sus palabras.
--Me chocan los borrachos –dice, un par de calles adelante.
Y así hasta la casa.

miércoles, mayo 10

Muy quitada de la pena, nadando

Aunque no me celebraron (odio que se festeje el día de las madres), me reconcilié con los infantes. Bastó un chiste en la mañana, bastante ácido por cierto, para que todo volviera a la normalidad.
Esto de ser mamá nunca se me ha dado como se supone que debería darse. Soy una mamá que se resiste, una mamá suigeneris. Eso dicen mis hijos. Mi amigo Carlos asegura que nunca he dejado la adolescencia. Será por eso.
Cuando Pache y Andrés eran adolescentes se juntaron con sus amigos a ver unas pelis porno. Una de las mamás los pescó y la pobre me andaba buscando para anunciarme el terrible suceso.
Muy preocupados, ellos me pidieron que por favor actuara como una mamá normal, que fingiera estar enojada. "No le digas lo que piensas en realidad", me rogaron, "si lo haces, les van a prohibir a nuestros amigos juntarse con nosotros". Lo bueno es que se me da la actuación.
Hoy se va a juntar la familia para celebrar a las madres de la misma. La verdad, me gusta la idea. Nos ponemos a comer, a tomar y a platicar como dios manda. Y a todos se nos olvida lo que se celebra.
Tengo una familia. A pesar de ser tan rebelde y mala onda con ellos, me respetan y me toleran sin problemas y yo los disfruto. Soy como un pez, nadando muy quitada de la pena en las aguas de la familia, haciendo lo que me viene en gana desde que me acuerdo.
Anoche me desvelé platicando con Mol y viendo fotos, me valió madre la levantada del día de las madres.
Hoy estoy contenta.
pd: Oudi me enseño unas fotos con sangre tarantinescas y absolutamente anti-maternas. Gracias.

martes, mayo 9

Llamando, llamando (Drexler dixit)

En este instante, precisamente, más canto y más te tengo yo presente…
La, la, la, la, la,
¿dónde estás?
pd: esoty harta, del blog y del trabajo

Salvando al mundo

Llega una de muy mal humor, pidiendo al cielo que desaparezcan los alumnos, los jefes, los escritores que no saben escribir y quieren que una les haga la chamba y, sobre todo, los hijos, esos canallas.
Entonces la música, una cerveza muy helada y aplicar la ley del hielo a los habitantes de la casa lo soluciona todo.
Ahhh!
Feliz día de las madres.

lunes, mayo 8

Otra vez el viento

Tengo un amigo al que quiero mucho. Lo considero una de las personas importantes de mi vida. Aunque vivimos en la misma ciudad, nunca nos vemos. Se podría pensar que el motivo es el trabajo, o la falta de tiempo, o los horarios que no coinciden. En realidad no nos vemos porque cada uno anda en su mundo.
Sin embargo, nos escribimos constantemente. Lo extraño es que lo siento más cerca que a otra gente con la que me encuentro a diario.
Quizá porque nos contamos la vida escribiéndola, muchas de las cosas que me dice se han quedado grabadas en mi mente. Es como si algunas imágenes de su memoria formaran parte también de la mía.
Está la imagen de sus hijos frente a la ventana, contando carros; la de su mamá diciéndole cómo es la lluvia cuando vives en el campo y muchas más, todas ellas sencillas y luminosas. También hay videos: un aniversario de bodas en un restaurante italiano, un partido de fut bol en la playa. Alguna vez me dijo (en realidad lo escribió) que los humanos nos vamos quedando en otros. Un poquito de mí en ti, inevitablemente.Me recordó a un personaje de “Amrita”, de Banana Yoshimoto. Se trata de una mujer que supuestamente recordó una vida pasada. Eso le cambió la existencia: le pesaban esos recuerdos ajenos. Ya no sabía quién era ella ni cuál era su verdadera memoria.
A mí me sucede lo contrario, una especie de alimentación enriquecedora. Quizá porque se trata de los recuerdos de alguien que quiero.El caso es que ayer, al descubrir este blog, me llamó un amigo de larga distancia. “Entra al chat”, pidió. Después me quedé pensando que conocemos a profundidad nuestras vidas, a pesar de que nunca nos hemos visto en persona.
¿Dónde ocurrirán en realidad la amistad, el amor, las emociones?¿Cuál es el lugar de la mente y cuál el del cuerpo en todo esto?
Los momentos más intensos suceden a veces en espacios que no se pueden tocar.

Estados de ánimo

Hoy ando poética
A propósito del post anterior, pienso que si reuniéramos todas las cartas que hemos enviado; los textos que escribimos para otros (en presentaciones de libros, cuadernos ajenos, etc.) y enseguida perdemos; los poemas en servilletas que, a medida que avanza la noche, se mojan, se arrugan y terminan en el bote de basura de algún restaurant; los posts, los comentarios, los artículos; si pusiéramos atención a todo eso, tendríamos muchos libros publicados.
Sin embargo, me gusta esa parte efímera de lo literario. La escritura es algo inabarcable, inmenso. No se puede documentar totalmente. Y es maravilloso pensar que existe toda esa belleza momentánea, textos del instante que se pierden como la voz, como lo pronunciado.
Y no poética
El I Ching me aconsejó matar a Lortana, desaparecerla. Ella es una mujer de otro planeta. Todo en la Tierra le parece extraño. Pero cuando apenas la había inventado, me dio miedo: se metía demasiado profundo en todas partes. Sin embargo ella, que escribe en mis manos, en mi teclado, insiste. No se quiere ir. Y yo me siento culpable.
Soy una mujer atormentada. Ya se vio. Afortunadamente, los tormentos suceden casi siempre en lo literario. La vida es mucho más simple.

domingo, mayo 7

Lo suave, lo penetrante, el viento

Lo maravilloso de profundizar en la lectura consiste, no en intentar desentrañar el sentido de un texto, sino en construir un sentido a partir de él.
He ahí el lado creativo de un lector: al intentar explicar(se), crea.
Leer es también escribir. Y viceversa.Leer un blog, una noticia en el periódico o un libro es muy parecido a la lectura del I Ching: uno se mete en el trabajo de crear un significado a partir de una pregunta y del intento de interpretación de tres monedas, un hexagrama, un dibujo. Entonces, escribe.
Al preguntarle sobre el inicio de un nuevo blog, el I Ching responde lo siguiente: